Imagen térmica y veterinaria: Caso de éxito en Hípica.

En  el ámbito equino profesional; ya sea en deportes como carreras, saltos, adiestramiento o polo;  actividades recreativas de danza equina o taurinas es necesario usar todas las herramientas y técnicas al alcance para detectar posibles problemas en los caballos antes de que se conviertan en lesiones graves.

 

Existen de hecho, empresas de imagen térmica especializadas en termografía equina como Equitherm en la que advierten las lesiones de los caballos incluso dos o tres semanas antes de que se descubran los signos y síntomas clínicos.

 

La termografía equina es un instrumento diagnóstico no invasivo que utiliza equipos  de imagen térmica y software para detectar  diferencias mínimas en el estado térmico y neurológico del caballo. Los caballos de competición entrenan diariamente con sus jinetes y estos suelen encontrar pequeños cambios en la forma de moverse que no responden a ningún síntoma clínico y que los veterinarios no pueden evaluar sin que pasen más días y así diagnosticar correctamente. Es en estos casos donde las revisiones térmicas periódicas se hacen fundamentales y suponen una ayuda para el veterinario.

 

En ocasiones algunos caballos  no rinden de la forma esperada a pesar de no mostrar ningún síntoma de lesión; si no se detecta a tiempo una futura anomalía  y se cambia el ritmo de entrenamiento, éste caballo puede sufrir lesiones más graves.

 

Los caballos son animales de “fuga”. Están preparados para huir de su depredador y no para algunas actividades a las que de forma deportiva o recreativa están expuestos. Por  ésta naturaleza, los caballos pueden esconder una cojera ya que en estado silvestre esto sería visto como una debilidad y los convertiría en presa fácil.

 

Los caballos de competición pueden alcanzar un valor de mercado de varios cientos de miles de euros, especialmente los que participan en competiciones de prestigio o en espectáculos taurinos de alto nivel. Por tanto, una cámara de imagen térmica se convierte en una de las mejores inversiones para aquellas personas que dependen profesionalmente de éstos animales.

 

Por otro lado, el  mero uso de cámaras termográficas no es suficiente para realizar un diagnóstico correcto.  Es necesaria la interpretación correcta de los agentes que influyen en la imagen. Por ello, muchos profesionales equinos están participando en cursos de formación de iniciación a la termografía y así poder sacar el máximo partido a ésta herramienta. Tanto entrenadores como criadores, herradores, fisioterapeutas o adaptadores de monturas están comenzando a usar cámaras FLIR y realizando cursos de formación de iniciación a la termografía  para la perfecta interpretación de los datos.

 

 

Comentar